A MI PRINCESA

Mi niña, mi suspiro, mi más dulce amor. Hoy te contemple mientras dormías y con un susurro te dije: “despierta mi bella niña, hoy quiero pasarla contigo todo el día, despierta para mostrarte los mas hermoso de esta vida”. Me acerqué a ti y bese tus tiernas mejillas y al abrir tus bellos ojos miraste al alrededor y dijiste: “es otro día más; a seguir con la misma rutina de siempre” seguiste con tus cosas que ni cuenta te distes que yo estaba presente; quede en silencio a esperar, pero tu seguiste tu camino y cuando salías de tu cuarto, cerraste con llave y no te diste cuenta que yo estaba ahí.

Espere a que regresaras y al sentir tus pasos al asomarte a tu habitación te detuviste y pensaste, que no encontrarías nada bueno adentro, y volviste a salir y yo seguí esperando por ti.

Callo la noche y yo aun esperaba por ti. Cuando llegaste a casa, entraste a tu habitación y contemple que de tus mejillas corrían lágrimas, sentí un dolor en mi corazón al verte así, y te pregunte: ¿Por qué lloras mi princesita? Quedaste en silencio, y te preguntaste: “¿Por qué a mi? Me acerqué ti, me arrodille frente tuyo y tomando tus manos con las mías, te dije: “no llores mi bella niña”, con un rápido esfuerzo te levantaste y te asomaste a la ventana y no dejaste de llorar.

Me acerqué a ti y te susurre al oído diciendo: “yo siempre estaré contigo y no te dejare, ni te abandonare”. Sin darte cuenta ya te había robado una sonrisa y tus lágrimas dejaron de correr por tus mejillas.

No llores mi bella niña, no llores mas, porque yo estaré ahí cuando mas me necesites y seré yo quien llene ese vacío que llevas dentro. Recuerda que yo di mi vida por ti y no dude en hacerlo. Recuerda que con cada insulto, cada golpe y con las heridas en mi cuerpo yo pensaba en ti, mi bella niña.

¡Cuanto yo daré…, por amor a mi princesa!

Firma:

JESUCRISTO

Autor :

Miguel Garcia