Había un rey de un gran imperio que estaba preocupado al no saber como llevar su reino por buen camino, pregunto por todo su imperio si había alguien tan sabio a quien él podía pedir consejo de cómo guiar su reino.
Un soldado del ejercito imperial se acerco al rey a informarle que afueras del imperio vivía un jorobado muy respetado por los aldeanos, por su sabiduría y su honestidad.
El rey mando a su mensajero con una invitacion, al sabio jorobado, explicándole el motivo de la invitación; este acepto la invitación del rey y se dirigió al palacio.
Mientras subía por las escaleras anchas y de muchas gradas, levanto su mirada a un lado del palacio y contemplando en uno de los balcón, observo a una bella mujer. Su curiosidad no pudo más al ver tanta belleza que le había robado el corazón con solo verla y le pregunto a uno de los soldados que lo escoltaba: “Dime caballero ¿quién es la joven del balcón?”; este respondió: “¡es la hija del rey!”. El sabio jorobado no dejo de mirarla.
la princesa al ver que los soldados de su padres escoltaban a un jorobado y que este la miraba, sintio un gran desprecio por este pobre hombre que llevaba una carga sobre su espalda y el sabio jorobado al darse cuenta que la princesa lo desprecio con su mirada ; él solo sonrió y siguió su camino, para encontrarse con el rey.
El sabio jorobado fue muchas veces a ver al rey, y en el transcurso del tiempo él vio a la bella princesa, pero para su sorpresa ella estaba enamorada de un príncipe del reino del norte y en ocasiones que iba al palacio los encontraba juntos, pero él sonreía a pesar de las circunstancias.
Una vez saliendo del palacio y de dar consejo al rey, el sabio jorobado vio a la princesa parada en un balcón y se dio con la sorpresa que estaba llorando, el se acerco mientras ella estaba de espaldas y le dijo: “¿por qué lloras bella niña?”.
Ella contesto: “el amor de mi vida me a engañado y se a ido con otra mujer por interés”.
El jorobado conmovido por lo que le había sucedido a la princesa, le dijo: “¿talvez él no era para ti?; ella contesto: “¡¿y tu que sabes del amor?!”.
Ella voltio a verlo y al darse cuenta que era el jorobado, lo desprecio con sus palabras diciendo: “¡¿cómo es posible que tu me des consejo de sentimientos, si no te has enamorado y mucho menos alguien se a fijado en ti?!”.
El contesto: “tienes razón al decir que nadie se fijaría en mí por mi apariencia, pero si te puedo decir que estoy enamorado y sé que ella es para mí”.
La princesa lo miro sorprendida por sus palabras y le dijo: “¡¿cómo es que tu sabes quien es para ti?!”.
El sabio jorobado contesto: “antes que yo viniera a este mundo, me encontraba en un sitio donde DIOS unía a las parejas antes de mandarlos a este mundo y que compartirían sus vidas juntos hasta que mueran.- Los hombres venían del norte y las mujeres del sur.
Yo era un hombre hermoso, recto y derecho, esperaba el momento a que DIOS me presentara a la mujer que seria para mí y la cual compartiría toda mi vida a lado suyo; y cuando llego ese momento para mi, DIOS me dijo: “esta es la mujer con la cual compartirás tu vida en la tierra y será madre de tu descendencia”.yo sorprendido cuando la vi, ella era jorobada, de desagradable apariencia y a las justas podía ponerse en pie, me conmovió al verla a si.”
Y fue cuando entonces le dije a DIOS: “SEÑOR”
El contesto: “¿qué pasa hijo, a caso no te sientes conforme con la mujer que te he dado?”.
Yo le conteste: “¿SEÑOR, la mujer que me has dado tiene muchos defectos?”.
DIOS me contesto: “¿quieres que te de otra mujer, que sea hermosa y de buen parecer?”.
Yo a la verdad si quería que me de otra mujer por esposa, pero cuando fije mis ojos aquella mujer jorobada y ver que se sentía triste porque nadie la quería por su aspecto”.
Le dije al SEÑOR: “SEÑOR, si tu me has dado a esta mujer por esposa y por madre de mi descendencia, te pido que quites esa joroba de su espalda y me la pongas a mi, y que su aspecto quede en mí, pero a ella dale la belleza que a mí me has dado, que sea recta y derecha, y que sea princesa en un palacio y en esto recordare que ella es la mujer que me diste”.
DIOS me dijo: “bien has dicho todas estas palabras, pues la honestidad y la sabiduría te seguirán a donde vallas, y yo estaré contigo, que así se te sea hecho”.
La princesa sorprendida por lo que había dicho el sabio jorobado cambio su semblante y su actitud hacia él, dándose cuenta que el verdadero amor no esta en lo exterior, sino el que brota del interior y es unido por DIOS.
GRANDE ERES TU DIOS Y GRANDE SON TUS OBRAS, HICISTE AL HOMBRE A IMAGEN Y SEMEJANZA TUYA Y NOS RODEASTE DE MARAVILLAS. TU ERES EL ÚNICO QUIEN UNE AL HOMBRE Y A LA MUJER, DANDO UN PROPÓSITO EN SUS VIDAS, GRACIAS POR TODO MI DIOS, PUES LA HONRA Y LA GLORIA SEA A TI POR SIEMPRE, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMEN.
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