domingo, 25 de octubre de 2009

Pirañon

En uno de mis viajes fuera de la ciudad de Chiclayo, cierta vez encontré un joven que me contó algo que me estremeció:

- Te voy a confesar algo -me dijo-, yo desde muy adolescente me perdí y mi primera relación sexual la tuve lamentablemente a los 12 años de edad. Lo que te quiero decir es algo: Desde aquella primera vez que tuve sexo con una mujer NUNCA MÁS de ahí en adelante volví a mirar a las mujeres con los mismos ojos. Luego continuó diciéndome:

- Desde aquel día, cada vez que tenía una amiga o miraba una mujer lo único que me imaginaba era como sería acostarme con ella o verla desnuda. Aquella primera relación malogró totalmente mi mente.

La declaración de este joven me dejó muy pensativo; cuando me lo contó, él ya pasaba los 25 años de edad y estaba casado, pero su matrimonio había sufrido muchas infidelidades. La experiencia por la que había pasado lo había convertido en una piraña que le gusta comer carne humana.

¿Porqué cuento esta historia de la vida real? Porque hoy en día es muy famosa la mal llamada “prueba del amor” y a través de esto quisiera prevenir a los millones de jóvenes que sueñan con un futuro feliz al lado de alguien que los ame y los cuide pero lamentablemente terminan en los brazos de alguien que los destruye. Cuando un hombre le pide a su enamorada la mal llamada “prueba del amor”, ella no lo sabe pero en ese momento él le acaba de dar la prueba de tres cosas:

1.- LE DA LA PRUEBA DE QUE NO LA AMA SINO QUE LA DESEA.- Cuando un hombre ama a su pareja no la quiere destruir ni le quiere robar. Tener sexo prematrimonial siempre le robará a un joven su alegría, su inocencia, su pureza y sus sueños. Al practicar el sexo con su pareja, el alma del que trata de ser sincero en esa relación queda atada y ligada a la otra persona y romper ese lazo causa un tremendo dolor y sufrimiento al momento de la separación. Las probabilidades de separarse son muy altas porque justamente lo que está uniendo a esa pareja no es el amor sino el deseo. Puede que la mujer en su inocencia crea que esa entrega total es la prueba del amor verdadero cuando en realidad para el hombre que la pide, esa entrega sólo es la prueba de una “tonta” más que creyó en sus mentiras.

2.- LE DA LA PRUEBA DE QUE ÉL YA NO ES UN HOMBRE PURO.-
El que pide sexo a su pareja le demuestra que ya no es una persona pura ni virgen pues sólo alguien que ya ha tenido sexo antes con una o más personas es capaz de pedir sexo a su enamorada. Esto lo hace porque el sexo es un pecado que ata y esclaviza a los que lo practican. Al igual que la historia al inicio de este tema, todo hombre que ya ha tenido sexo, sólo pensará en cómo será acostarse con alguna mujer. El hombre que nunca ha tenido sexo nunca pide la prueba del amor. No la pide porque no se siente atado al sexo, sólo piensa en su pareja para cuidarla, respetarla, serle fiel y casarse con ella. El que nunca ha tenido sexo tampoco pide la prueba del amor porque no sabe cómo será o se hará eso: de cabeza, de espalda, de rodillas, etc. Es triste darle tu pureza a un impuro, tu limpieza a un cochino, tu fidelidad a un tramposo y tu inocencia a un recorrido. La chica que cae en la trampa de “la prueba del amor” le da su pureza y su entrega total a alguien que no está a su altura ni se la merece.

3.- LE DA LA PRUEBA DE QUE EN EL FUTURO NO SERÁ UN HOMBRE FIEL SEXUALMENTE.-
¿Porqué el que pide sexo a su pareja da esta prueba? Porque todo hombre que de casado cree que no se debe adulterar, es el mismo hombre que de soltero creía que no se debe fornicar o tener sexo pre matrimonial. Es decir, si una señorita llega a conocer un enamorado que le dice que es malo fornicar, también estará conociendo en él a un hombre que de casado creerá que no se debe adulterar. Yo he conocido a algunas jóvenes esposas lo terrible que sufren y lloran cuando se enteran que su esposo las engañó sexualmente con otra mujer: sienten que su vida se acabó, que su matrimonio se destruyó y que su vida ya no tiene sentido. ¿Te gustaría algún día experimentar lo mismo? Así no lleguen a casarse, en el futuro de todas maneras será un hombre infiel engañando a su enamorada y acostándose con otras cuando se aburra de ella, porque lo que lo ata a su pareja más que amor es que encontró alguien en quien satisfacer sus deseos sexuales. A ver pídele que no te pida sexo hasta el matrimonio para comprobar si sigue a tu lado. El que ama de verdad podrá hacerlo.

También existen señoritas que le piden a sus enamorados acostarse con ellas, aunque en menos proporción. Querido joven, si quieres ser feliz de verdad obedece a Dios. Su palabra amorosa para la juventud dice: “Huid de la fornicación“ (1 Co. 6:18). Si tu pareja te pidió tener relaciones sexuales termina con él o ella. Si tú amas mucho a alguien que te pidió sexo eso no es suficiente para que seas feliz. Para ser feliz se necesita que los dos se amen, no sólo uno, y el que pidió sexo demuestra que mas que mirar a su pareja como persona la ve como objeto de placer sexual. Un joven que está atado al sexo sí puede cambiar si en verdad lo desea, pero sólo un encuentro personal con Cristo puede librar de esas ataduras y cambiar de verdad. Si se arrepiente de todo corazón Dios lo libra, pero antes de creer en su cambio y tener una relación sentimental con esa persona, hay que comprobar que sus frutos sean dignos de un sincero arrepentimiento delante de Dios. Dios siempre ha querido tener jóvenes felices. Los que se burlan de sus consejos les irá mal, Los reportes noticieros dicen que hay más de un millón de madres solteras sólo en Lima - Perú y 12 mujeres mueren al mes asesinadas por sus esposos o enamorados. Por eso todos los jóvenes valientes que con alegría siguen a Cristo son muy felices y saben gozar la vida de verdad. Dios espera que sus jóvenes nos sintamos alegres de seguirle y aprendamos a ser respetuosos con nuestras parejas ¿Cuántos Jóvenes de Valor aceptamos este reto de ser luz en esta generación que vive en tinieblas? “Señor Jesús, gracias por habernos dado la bendición de conocerte desde muy jóvenes para que nos vaya bien”.
 
 
1.- “DE TODAS MANERAS NOS VAMOS A CASAR, ACUÉSTATE CONMIGO”.- Si es cierto que se van a casar entonces mejor es esperar un poco más para que al casarse miren con alegría su pasado y no tengan cosas de que arrepentirse. Lo cierto es que los jóvenes que piden sexo a su enamorada engañándole que se van a casar con ella NUNCA llegan a cumplirlo porque una vez obtenido lo que querían ya no encuentran ningún motivo para casarse. Por sexo no porque ya lo obtuvieron, y por amor tampoco porque pedir sexo es no amar.

2.- “ERES LA ÚNICA EN EL MUNDO PARA MI”.-
Si fueras más sincero terminarías de completar la frase: “la única tonta que me cree”. Es cierto que para algunos hombres su pareja es la única en el mundo pero para poder creerles, no sólo deben hablarlo sino demostrarlo. No se puede creer a alguien que dice eso, pero en su conducta demuestra que es orgulloso, egoísta y no respeta a su pareja.

3. “YO CREO QUE SI HAY AMOR Y RESPETO EN LA PAREJA, SI PUEDEN TENER RELACIONES SEXUALES”.- Qué bonito suena decir “amor y respeto” pero el que tiene sexo con su pareja demuestra que no la ama ni la respeta. Si estás a favor del sexo prematrimonial con tu enamorada ¿También estarías a favor de que le hagan eso a tu hermana o a tu mamá? Si se lo hubieran hecho a tu mamá probablemente ahora no supieras ni quién es tu padre porque cayó en manos de un mentiroso y sinvergüenza como tú.

4.- “HAY MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS PARA QUE NO HAYA ABORTOS NI EMBARAZOS”.-
¿Y tú crees que las chicas que abortan o que son madres solteras quisieron serlo? ¡Claro que no! Muchas de ellas también usaron anticonceptivos. Lo que pasa es que no nos quieren decir la verdad o no queremos aceptarla: Ningún método anticonceptivo es 100% seguro para evitar el embarazo. El único método 100% seguro es el que Dios nos dio porque él nunca falla: La abstinencia hasta el matrimonio.
 
 
1.- ¿TAMBIÉN HAY CHICAS “PIRAÑONAS” QUE PIDEN LA PRUEBA DEL AMOR A SUS ENAMORADOS O SÓLO LOS HOMBRES NOS LLEVAMOS EL TROFEO?

Si es cierto que también hay señoritas que quieren tener sexo con su enamorado. En tres oportunidades hubo jóvenes valientes y puros que me conversaron que sus enamoradas les habían pedido tener sexo con ellos. Les pregunté si ellos eran todavía puros y me respondieron que sí. Luego les dije que posiblemente su enamorada en un enamoramiento anterior a ellos quizás habría tenido sexo con su enamorado y me dijeron que efectivamente, ellas les habían confesado que con su enamorado anterior habían mantenido relaciones sexuales. Esto comprueba que el sexo es un pecado que esclaviza no sólo a los hombres sino también a las mujeres.

Lo más conveniente en una relación así es terminar antes que el joven que todavía se mantiene puro se vuelva también esclavo de las pasiones sexuales y luego le sea más difícil terminar. Es difícil hacerlo pero no imposible, recuerda que “todo lo podemos en Cristo que nos fortalece”. Será una prueba para demostrar cuánto amas a Dios y cuánto eres capaz de hacer por tu amor a él.

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